Estos días se ha acabado el soporte de Windows 7, lo que significa que se acabaron los parches de seguridad y pronto muchas cosas dejarán de funcionar empezando por páginas que requieran últimas versiones de los navegadores.
Ante esta situación hay 4 posibles caminos:
- Seguir con Windows 7 hasta que reviente, un peligro creciente.
- Actualizar a Windows 8.1, te dará ganas de tirar el ordenador por la ventana cuando te pelees con metro.
- Actualizar a Windows 10, una pésima idea por lo que voy a contar más adelante.
- Pasarse a GNU/Linux, la opción más inteligente. Si requieres sí o sí usar software exclusivo de Windows lo más inteligente es virtualizarlo, algo tan peligroso es mejor que esté contenido.
Los que seguís este blog ya conocéis que las actualizaciones de Windows son una ruleta rusa para la integridad del sistema y de tus valiosos datos, aún así mucha gente se está planteando pasar pero supongamos que nos la jugamos y actualizamos nuestro Windows 7 a Windows 10, suponiendo que nos deje y no terminemos con un bonito pantallazo azul desde el principio, hay otro peligro muy real porque ya le está pasando a mucha gente.
Después de cada actualización, Microsoft declara incompatible el hardware que considera que es demasiado antiguo para su sistema, es decir, que cuando les da la gana tienes que tirar material que te funciona perfectamente porque "ya es hora" de que seas un buen consumidor, lo tires y te compres el modelo nuevo. ¡Viva la obsolescencia programada, al planeta que le den!
Puedes tener suerte y que sea tu webcam o algún otro elemento barato y no esencial... o no tenerla y que sea tu placa base lo que implicará no solo su cambio sino la renovación completa de tu equipo.
Incluso siendo la webcam, si se trata de un portátil en la que venga soldada vas a tener un problemón porque si hay un elemento incompatible no vas a poder usar el equipo ya que lo que tendrás es un bonito pantallazo azul.
Algunos fanboys de Windows están haciendo una campaña de desinformación diciendo que esto es responsabilidad exclusiva del fabricante que tiene que sacar drivers compatibles cada vez que Microsoft saque la menor modificación de su sistema, algo completamente falso porque como hemos dicho antes, Microsoft es quien certifica O NO cada elemento de hardware a su discreción y es quien tiene que dar las especificaciones de sus cambios a los fabricantes algo que solo hace con los dóciles a sus intereses.